Capítulo 2: Vestigios del Mal
¡Todos vamos a morir!
¡No si podemos impedirlo, bajemos ahí! ¡Hay que ayudar a los demás!
De acuerdo, pero si las llamas son muy intensas volved a este lugar.
- Justo antes de que los tres muchachos descendieran por la colina, una gran voz descendió de los vastos cielos, las nubes se empezaron a dispersar de una forma muy violenta, como si se estuvieran matando entre sí. Todas esas extrañas experiencias visuales que tenían todos los Pokémon que estaban viendo eso fue aterradora. Parecía como una especie de ataque psicológico visual. Todos los Pokémon estaban agonizando, el cielo misteriosamente se tiñó del color de la sangre y el fuego seguía propagándose. Firion, Vaan y Lunet debían actuar en cuanto antes.
Yo bajaré al pueblo del valle a salvar a los civiles. Firion, súbete en algún lugar elevado y intenta hacer todos los movimientos de agua que puedas, tienes que conseguir retener el fuego. Y Lunet, intenta moverte por los bosques cercanos, pero hazme un favor.
¿Qué favor?
No te dejes morir.
Je -saltó hacía un árbol- no me subestimes.
- Mientras cada uno se preparaba para ir a sus respectivas zonas de apoyo, del mismo cielo de tono rojizo se oyó una voz muy tediosa y fría.
¡Escuchad todos, patéticos mortales! ¡Esto es solo el principio! ¡El principio de vuestras plegarias para poder salvaros! ¡Este mundo será destruido en menos de dos días! ¡Aprovechad ahora de vivir lo poco qué os queda! Abrazad a vuestra familia, mas no os quedan más de 48 horas, sed pacientes, se acerca el juicio final...
- La voz cesó con una gran silencio mortal en toda la zona, esa voz era Arceus, todo el mundo lo supo. Los Pokémon agonizaban de terror en silencio, parecía que el mundo se acabara en ese instante con esos llantos de terror. Las llamas seguían extendiéndose y consumiéndolo todo. Y para mayor desgracia, la voz del Dios volvió a resonar en ese contexto tan tétrico.
Ah sí, se me olvidaba, puede que queden dos días de vida en este planeta pero... van a ser las 48 horas más terroríficas de vuestras cortas y patéticas vidas... ¡Vamos Shinryu!
- Del ensangrentado cielo salió un resplandor esmeralda, y con él un dragón serpentino gigantesco plagado de marcas ancestrales por todo el cuerpo. Tenía la mirada perdida pero el grande ser estaba plagado de odio e ira.
¡Es la hora del sufrimiento!
- Shinryu, el dragón del color de las valiosas joyas, empezó a soltar inmensas descargas de energía a partir de su boca, el Hyperrayo. Muchos iban dirigidos hacía el pueblo por lo que Vaan debía ir con cuidado.
Esto no me gusta nada... -susurró mientras iba corriendo por la calle del pueblo.
- Vaan encontró una pequeña casa a punto de desplomarse, entró a intentar rescatar a quien hubiera dentro pero encontró una trágica escena: un padre y una madre abrazados con su hijo atravesados por una viga de hierro. Habían muerto todos juntos, abrazados... Vaan soltó una lágrima, se tocó el pecho con el puño en señal de respeto y fue a buscar más supervivientes.
- Mientras tanto, Firion había llegado a un lugar bien ubicado, una colina en un costado del valle. El valiente pingüino reunió toda la energía que pudo y la descargó creando un torbellino acuático que fue dirigido hacía el pueblo en llamas. El torbellino dio de lleno y las casa empezaron a desplomarse después de las intensas quemaduras.
- Por desgracia, Lunet estaba en los bosques próximos, solo encontraba cadáveres carbonizados, algunos incluso de niños. El Grovyle mantuvo la mirada fría y siguió su camino, deslizándose de rama en rama. Después de un rato desplazándose a toda velocidad por los árboles, vio que algunas llamas fueron apagadas así que se dirigió al pueblo... sin embargo...
¡¿Qué es eso de ahí?!
¿Opones resistencia? ¡No existe la esperanza!
Lunet - 
- Shinryu 
- Shinryu procedía a atacar con sus garras pero el hábil Lunet saltó encima del dragón y le empezó a atacar con múltiples Hojas Agudas. Shinryu creó un tornado con su cola que empezó a convertir el bosque es una devastación terrenal. Lunet ya no estaba en condiciones de pelear e intentó huir pero el gigante volador lo envistió con los cuernos de su propia cabeza.
Vaya vaya, sin tu bosque ya no eres tan poderoso -dijo con un tono de superioridad-
Es muy poderoso... es el poder de un Dios... -murmuró.
- Shinryu iba a despedazar a Lunet con sus garras pero dos ataques, uno de agua y el otro de fuego, impactaron contra Shinryu dejándolo inmóvil en el suelo unos segundos.
¿Nos echabas de menos?
¡Firion! ¡Vaan! ¡Qué alegría qué os encontréis bien!
Te dije que no te dejaras morir, veo que has aguantado bastante contra un dios pero ahora nos toca a nosotros.
Exacto, descansa ahora que puedes.
¡¡¡GROOOOOOOOOOOOOOOOOOAR!!! ¡MALDITOS MORTALES! ¿¡QUIÉNES OS CREÉIS QUE SOIS PARA ATACAR AL MISMÍSIMO DIOS SHINRYU! ¡LAMENTARÉIS HABER NACIDO!
¡Se acerca!
¡En guardia!
Firion & Vaan - - Shinryu
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